La comunidad del trail estadounidense se levantó la semana pasada con la noticia de que uno de los más grandes contribuyentes al auge de este deporte en todo el mundo, Greg Soderlund, fallecía a los 69 años de edad tras tres años luchando contra el cáncer.
Si bien muchos no reconocerán el nombre de Soderlund, basta con decir que fue director de la Western States desde el año 2000 y hasta 2013, cuando conoció que sufría una enfermedad que acabaría por llevárselo tres años después.
Para entender el impacto que Greg Soderlund ha tenido en este deporte, es suficiente con repasar un poco la historia de la carrera californiana que comandó durante esos 13 años, en los que pasó de un periodo de declive a ser más que un pedazo de historia o un icono, a volver a ser una carrera con gran importancia.
La Western States es, a día de hoy, uno de los más importantes eventos del ultra trail mundial. Su impacto a nivel global es innegable y los aficionados de todo el mundo sueñan con lograr participar en la carrera decana del ultra trail, la que, hace ya más de cuatro décadas, dio el origen a uno de los deportes que más ha crecido en los últimos años.
Pero hace algunos años no era así; la prueba no siempre llegaba a llenar sus plazas y otras competiciones, como la Leadville, habían ocupado su lugar en las 100 millas americanas. La prueba que fue el comienzo de todo no vivía sus mejores años. Por eso, la figura de Greg Soderlund es tan importante, no sólo para la Western States en particular, sino para el trail estadounidense y mundial en general.
Una de sus apuestas fue que la Western States recibiera a corredores de élite, tratando además de internacionalizar la prueba lo máximo posible. En España, la prueba comenzó a ser más conocida cuando participó en ella Kilian Jornet, un claro ejemplo de la estrategia seguida por Solerlund, que ha tenido un impacto innegablemente positivo.
Los números siempre estuvieron de su parte, y la prueba, en sus últimas citas, ha recibido miles de solicitudes que llegan desde todo el mundo. En 2015 se superaron las 3.000 peticiones, una cifra que parecía imposible de alcanzar cuando Soderlund cogió el mando de la organización.
Otra de sus apuestas fue por integrar a la Western States en la Ultra Trail World Tour; fue una de sus últimas decisiones como director de la prueba, y aunque el proyecto tomara forma con un nuevo director de carrera, la política expansiva de Greg Soderlund había alcanzado su cénit, incluyendo a la carrera en un circuito con otras grandes pruebas a nivel mundial.
Años antes, Soderlund había sido una de las mentes detrás de la Montrail Ultra Cup, uno de los primeros circuitos de ultra trail del mundo. Durante algunos años, este circuito fue uno de los más importantes del país, integrando a pruebas de tanta importancia como la Bandera Trail Run o la Lake Sonoma 50.
Pero su labor al frente de la Western States fue mucho más allá de la simple promoción. En sus años como director, la carrera se centró en la regeneración de los caminos en peor estado, así como una apuesta decidida por la investigación médica en lo que a los corredores de ultra se refiere, una iniciativa que ahora muchas carreras siguen pero que comenzó con Greg Soderlund.