Leire Fernández es, a sus 17 años, una de las corredoras jóvenes que más llaman la atención. A su corta edad ya sabe lo que es ser Campeona de España junto a su perro Bolt, con el que compite en canicross. También tiene un gran nivel en las carreras por montaña y se le adivina un gran futuro por delante.
Pero, por ahora, su objetivo es acabar el instituto con una buena nota que le permita estudiar lo que le gusta. Por eso, su vida es muy ajetreada, pero ella lo ve como una inversión para poder tener un futuro mejor. Una prueba de que deporte y estudios no tienen por qué estar reñidos. Con ella hablamos sobre todo esto en esta entrevista.
¿Cómo explicarías lo que es el canicross para alguien que no lo sepa?
El canicross consiste en correr con un perro, atado con un arnés. Va una línea de tiro que se engancha al perro y a tu cintura. La línea de tiro es elástica para que no pegue tirones cuando se pica o haga una salida fuerte.
«Disfrutas muchísimo de estar con el perro, de cómo el perro puede llegar a entenderte de una manera increíble.»
Tu sueles competir con Bolt. ¿Cómo es?
Es un perro muy receptivo, que escucha muy bien lo que le dices. Solo sabe tirar… lo que es izquierda, derecha… Eso lo libramos porque estamos bastante compenetrados, entonces cuando el siente que yo me tiro un poco más a la izquierda se echa a la izquierda.
Lo del stop, cuando ya estaba un poco más maduro, ya no me quedó más remedio que enseñárselo en una competición en Los Alpes, donde había unas bajadas bastante tremendas que ya le tuve que enseñar a ir detrás de mí, porque si no las pasaba putas para bajar por ahí. Aprietas los dientes y rezas para poder llegar abajo entera, porque si te caes te lleva a rastras.
¿Cuántos perros tienes?
Tenemos a Bolt y también a Elan y a Bully. Bolt tiene ya cinco años y es el maestro y líder de todos. Bully tiene un año y Elan tiene 3 mesitos.
¿Siempre corres con uno o con varios a la vez?
Correr es con uno, siempre. Como te lleves a dos de esos… No sé yo. No sé si podría correr o simplemente me caería e iría a rastras detrás de ellos.
«Es una pasada el punto del vínculo al que hemos llegado. Es único y al final lo que valoras es cómo puede llegar a sufrir y a darlo todo a reventar»
¿Por qué te gusta el canicross?
Corro con ellos porque me lo paso genial. No tiene nada que ver las carreras por montaña con correr con el perro. Aquí disfrutas más del perro, pero no tanto del paisaje porque no tienes tiempo ni para quitarte un moco. Disfrutas muchísimo de estar con el perro, de cómo el perro puede llegar a entenderte de una manera increíble. No identifica tus palabras, no sabe lo que es izquierda o derecha, cuando le dices que está bien o mal… Sino por cómo se lo dices o el gesto que haces…
¿Cómo te entiendes con el perro?
él identifica todo y es increíble cómo me entiende ese perro, es una pasada el punto del vínculo al que hemos llegado. Es único y al final lo que valoras es cómo puede llegar a sufrir y a darlo todo a reventar, porque es un perro cabezón, tozudo, que le chillas y se emociona solo. Eso vale mucho.
¿Qué diferencias hay con las carreras por montaña?
Es muy distinto. En las carreras por montaña hay momentos en los que se sufre, en alguna subida jodida o una bajada muy técnica o que vas con otra corredora que te va pillando por detrás y necesitas correr un poco más. Pasan kilómetros y no se descuelga o ella te descuelga a ti… Vas pensando qué hacer, si esprintar al final o lanzarme aquí más… Se sufre y con el perro pues igual se sufre de otra manera, porque te lleva a un ritmo que hay veces que te falta el aire, que deseas que el perro baje el ritmo.
«Me gusta correr en sí, me gusta el monte, los perros, el barro, la lluvia, la niebla… De la montaña me gusta todo y si ya se combina todo lo anterior, pues cojonudo.»
Yo me pongo muy nerviosa en algunas salidas y, noto cómo me late el corazón. Ves al perro que lo da todo y solo por eso corres un poco más para poder ayudarle. Piensas que está reventado por mí y piensas “pobrecillo”.
¿Con cuántos años comenzaste a competir?
Comencé con unos 14 años al canicross.
¿Que es lo que más te gusta de correr?
Me gusta correr en sí, me gusta el monte, los perros, el barro, la lluvia, la niebla… De la montaña me gusta todo y si ya se combina todo lo anterior, pues cojonudo. También el sol o el calor. Lo que haya en el monte me gusta todo. También lo libre que te sientes en la montaña, por lo grande que es y te sientes pequeño, frágil. Quieres ir al monte y tener todo controlado, pero la montaña es más fuerte y tiene más poder que tú. Puede cambiar el tiempo, que llegue niebla, que se mueva una piedra… Puede pasar lo que sea y estar jodido. No hay que tener miedo, pero sí respeto.
«En ese sentido parece que por ser deportista no tienes que ser buen estudiante, pero se puede organizar.»
Estás acabando en el instituto. ¿Qué piensas estudiar en el futuro?
Me gustaría estudiar fisioterapia y nutrición. Para la primera piden una nota muy alta. Quiero intentar conseguir esa nota y tener un abanico bien amplio para elegir lo que quiera para estudiar. Me he planificado el 2º de Bachiller para conseguir una buena nota y luego poder estudiar lo que quiera, para después trabajar en lo que quiera. Tengo toda la vida por delante, así que sacrifico este año, en el que lo he pasado mal, porque hay que meter muchas horas. Es duro porque hay muchísima materia y es un poco frustrante.
¿Cómo se combina estudiar con el deporte y la competición?
En ese sentido parece que por ser deportista no tienes que ser buen estudiante, pero se puede organizar. A mí me ayuda porque me planifico y tengo mis ilusiones y sueños a corto plazo. Durante el día, me organizo para terminar estos deberes en dos horas, aprovechando el tiempo, y después ir donde los perros atenderles y estar con ellos. Hay gente que está toda la tarde en casa y no hace nada. Yo intento exprimirlo todo, porque tengo ilusión por tantas cosas que no tengo más remedio que ir corriendo a todos lados.
«Mi sueño es seguir en la montaña, disfrutando de la misma manera, con 50 o 60 años o con los que llegue.»
¿Cómo suele ser un día normal en tu vida?
Por las mañanas voy a clase. Por las tardes voy a atender a los perros que están en un terreno, porque nosotros vivimos en la ciudad. Les doy de comer, juegan un poco, salen… Y luego no me queda nada de tiempo. Se me queda la tarde en nada. Después de los perros, voy a estudiar y el fin de semana intento quitarme todos los estudios, porque es cuando vamos a esquiar o ir a algún lado. A veces estudias a la vuelta de las carreras, y se me hace aburrido. A veces se lo recito a mi padre para que no se me haga tan aburrido.
¿Cuál es tu sueño en el mundo del deporte?
Mi sueño es seguir en la montaña, disfrutando de la misma manera, con 50 o 60 años o con los que llegue. No tengo un reto de especializarme en algo o enfocarme en un sitio, o ganar alguna carrera… No; quiero seguir en la montaña, disfrutando con mis perros. Seguir como estoy ahora.