En esto de las carreras por montaña, hay pocos corredores que se puedan considerar profesionales al 100%. Pero Iban Murua es lo que se podría considerar un corredor popular. Tras hacer sus 8 horas trabajando de soldador, encuentra algo de tiempo para entrenar. Desde este año trabaja con un entrenador y eso se ha notado en su rendimiento, aunque nunca se esperara que llegaría a ganar una de las pruebas verticales con más nivel del país. Os presentamos a Iban Murua.
Cuéntanos un poco quién es Iban Murua.
Soy de Eigoibar. Soy un chico que corro por el monte porque me gusta un montón el monte. Trabajo en una empresa 8 horas, de soldador montador en una calderería. Y luego a entrenar.
“He probado otras carreras más largas, de más tiempo. No se me dan bien, suelo acabar mal, no sé si porque no he entrenado adecuadamente”
Debe ser complicado entrenar con ese trabajo…
Sí, tengo un trabajo bastante físico además. Hay días que salgo muy cansado y con pocas ganas de marcha pero, cuando toca, toca y si quieres conseguir algo pues al final tienes que salir. Hay días que lo ves todo negro. Estás reventado y tienes que salir a correr, pero cosas como estas lo compensan.
¿Cómo ves tu victoria en todo un Kilómetro Vertical de Zegama?
Una pasada, no me lo esperaba. Viendo el cartel que había… no me lo esperaba. Ya sabía que estaba bien, pero la victoria ha sido una sorpresa total. A mí me habían puesto delante de los gallos. Son presiones que te pones tú: que si te vienen detrás, que si te tienen controlado… Yo decidí salir del pueblo, ir a mi aire, pisé la alfombra y salí… y el que venga que venga. Decidí ir a mi ritmo, tranquilo y a mi aire.
¿Por qué decides salir así?
Cuando vas en grupo con otros favoritos y ves que la gente les anima, vas con esa presión todo el rato. En otras carreras me había salido bien ir a mi aire, así que al final decidí escuchar al cuerpo todo el rato, sin despistarme. Y ya está, hasta arriba.
“Es una agonía que tienes que aguantar. Al final yo gozo sufriendo. Hay un punto en eso de gozar sufriendo, es lo que me gusta.”
¿Cómo empiezas en esto de las carreras por montaña?
Se organiza una carrera en mi pueblo, Caracate. Empecé ahí, me piqué a ver si cada año subes más rápido. Entras en el mundillo y con todo lo que hay montado te motivas, porque tienes todo en bandeja para motivarte. Ahora sólo hago verticales, que es lo que me va bien.
¿Nunca has tenido curiosidad por carreras de más distancia?
He probado otras carreras más largas, de más tiempo. No se me dan bien, suelo acabar mal, no sé si porque no he entrenado adecuadamente y este año es cuando he entrenado mejor. Me va salir a tope y acabar a tope, sin pensar que tengo que guardar o beber… Me gusta salir y acabar rápido.
Entonces a ti lo de regular no te va…
Hombre, tienes que regular un poco, al final tampoco es un sprint de 100 metros. Es una agonía que tienes que aguantar. Al final yo gozo sufriendo. Hay un punto en eso de gozar sufriendo, es lo que me gusta.
Entonces no sueles correr durante mucho tiempo en tus entrenamientos…
Me gusta también salir, pegarte una rodada de ocho horas y llegar fundido a casa, pero no para competir. Los entrenamientos para una vertical son más cortos, las horas que le dedicas son menos y me va mejor. Al final depende, hay días que hora y media, hay días que dos horas, días que una hora.
“Empiezas a correr y dices, “pues estoy bien, me voy a medir con los demás”
¿Cómo te gusta entrenar?
Hay alguna vez que voy con gente, pero me gusta entrenar solo. Supongo que los que entrenan ultras tendrán una preparación distinta, a tiradas más largas, pulsos más bajas. Aquí hay que ir a tope y preparar el cuerpo para eso.
¿Cuentas con la ayuda de algún entrenador?
Sí. Soy inexperto en temas de entrenamiento y tengo entrenador. Hago lo que me dicen y ya está. Cuando entrenaba solo, salía al monte e iba a tope. Me gusta darle caña al cuerpo.
¿Cuánto tiempo llevas en esto de las carreras verticales?
Este año hicimos una vertical en Aranzazu y gané allí también. Hace dos semanas en La Roune hice otra vertical donde quedé segundo. El año pasado participé en el Km Vertical de Zegama y quedé entre los 15 primeros. Llevo tiempo corriendo pero nunca en serio, como este año, que voy a hacer la Copa de Euskadi. He decidido hacer las cosas en serio. Antes era un poco desastre; ahora procuro hacer las cosas mejor, en orden.
“Aquí hay un nivel de la leche. Para competir, ver cómo estás y medirte con los demás, hay gente muy buena aquí en Euskadi. De momento, me vale.”
¿Y de aquí a final de temporada?
La semana que viene voy a otra prueba de la Copa de Euskadi. Luego ya hasta después de verano nada. Viene el Campeonato de Euskadi, dos pruebas de la Copa de Euskadi y poco más.
¿Qué te aporta a ti la competición?
Siempre he sido competitivo en todo. Al final creo que todo deportista lo es. Empiezas a correr y dices, “pues estoy bien, me voy a medir con los demás”. Me aporta el gusto por medirte con los demás.
¿No tienes pensado dar el salto a la Copa de España o la del Mundo?
Aquí hay un nivel de la leche. Para competir, ver cómo estás y medirte con los demás, hay gente muy buena aquí en Euskadi. De momento, me vale.